El prolapso de los órganos pélvicos (POP), abultamiento de uno o más de los órganos pélvicos en la vagina, es una afección común con una prevalencia reportada entre las mujeres de aproximadamente 32-41%. Los síntomas generalmente incluyen una sensación de abultamiento en la vagina, dolor pélvico, sensación de arrastre, defecación obstructiva, incontinencia o fuga urinaria y disfunción sexual.
Existe evidencia de que el entrenamiento muscular del suelo pélvico (EMSP) puede ayudar a elevar los órganos pélvicos y reducir los síntomas de POP, reportando beneficios en un 20-30% de los casos. Con el EMSP lo que se intenta conseguir es un aumento en el grosor así como en la longitud muscular del suelo pélvico, una elevación del cuello de la vejiga y de la ampolla rectal y una reducción del área hiatal del elevador. Para un correcto EMSP en pacientes con POP, se requiere de un fisioterapeuta especializado que se encargué de proporcionar al paciente: una educación apropiada, así como una valoración y un feedback de una contracción correcta (palpación vaginal).
Tambien tenemos que tener en cuenta que después de una lesión pélvica (por ejemplo, cicatrices relacionadas con el parto – desgarro perineal o episiotomia) una tensión excesiva dentro de los tejidos pélvicos puede llevar a los órganos a un lugar de incomodidad o funcionalidad reducida. Por lo tanto, la liberación miofascial seria también una técnica indicada en caso de POP, ya que reduce las tensiones y las restricciones en los tejidos, y varios estudios sugieren que puede ser un tratamiento efectivo para una variedad de afecciones musculoesqueléticas, incluyendo dolor en el suelo pélvico, cistitis intersticial y prostatitis.
Para el POP severo y persistente, los pesarios vaginales y la cirugía generalmente se prescriben para levantar los órganos pélvicos de la pared vaginal. Los pesarios vaginales se recomiendan como una opción no quirúrgica para las mujeres que experimentan POP sintomática. Las complicaciones de los pesarios vaginales incluyen expulsión persistente, sangrado, úlceras, flujo vaginal y fístulas, y entre el 16 a el 45% de las mujeres no pueden mantener su uso a largo plazo. Se prescriben intervenciones quirúrgicas para aproximadamente una de cada diez mujeres con POP, pero las tasas de éxito después de la cirugía son variables, dependiendo de la ubicación, el grado de prolapso y la naturaleza de la intervención quirúrgica. Se informa que la satisfacción después de la cirugía disminuye con el tiempo, con una calidad de vida reducida y una función sexual más pobre que se informa comúnmente 12 meses después de la cirugía. Las tasas de reoperación también son altas, y la cirugía adicional representa un riesgo significativo de morbilidad después de la reparación del prolapso.
Dentro de cualquiera de los tratamientos antes indicados para el prolapso a todos ellos se les une la inclusión de cambios generales en el estilo de vida, en los que se incluye: trabajo de higiene postural, uso de pre-contracción de la musculatura del suelo pélvico antes y durante un incremento de presión intra-abdominal (el knack), consejos para evitar el esfuerzo-empuje durante la defecación y/o micción, trabajo de coactivacion muscular del transverso del abdomen/suelo pélvico en caso de no existir, así como entrenamiento de vejiga/intestino y gimnasia abdominal hipopresiva.
Síntomas comunes en mujeres con prolapso de órganos pélvicos: |
VAGINAL Sensación de bulto o protrusión. Se ven o se sienten un bulto desde la vagina. Presión. Pesadez. |
URINARIO Incontinencia (de esfuerzo, de urgencia, mixta). Frecuencia. Urgencia. Flujo urinario débil o prolongado. Sensación de vaciado incompleto. Reducción manual de el prolapso para empezar o completar la evacuación. Cambio de posición para empezar o completar la evacuación. |
INTESTINAL Incontinencia de gas y/o fecal. Sensación de vaciamiento incompleto. Esforzarse para defecar. Urgencia para defecar. Evacuación digital para una completa defecación. Empujar sobre o alrededor de la vagina o el perineo, para comenzar o completar la defecación. Sensación de obstrucción durante la defecación. |
SEXUAL Dispareunia. |
Modificado de Jelovsek et al., 2007. |
Como conclusión final decir que el suelo pélvico es una estructura dinámica que tiene que cambiar de forma para acomodarse al nacimiento de un bebe, por lo que la flexibilidad dentro de los tejidos es una característica clave de la función saludable del suelo pélvico, así como una fuerza muscular optima. En el Centro de Fisioterapia y Osteopatia Ramón Mateos, somos fisioterapeutas especializados en terapia pélvica y podemos ayudarte a aliviar tus síntomas derivados del POP. No dudes en preguntarnos y resolver tus dudas.
BIBLIOGRAFIA:
Crowle A, Harley C. Development of a biotensegrity focused therapy for the treatment of pelvic organ prolapse: A retrospective case series. Journal of Bodywork and Movement Therapies. Volume 24, Issue 1, January 2020, Pages 115-125.
Barber M.D. Evidence-based Phyiscal Therapy for the Pelvic Floor. Elsevier. Second Edition. 2015. Chapter: Clinical assesment of pelvic organ prolapse.